viernes, 22 de abril de 2011

Tears and rain

Cuando era chica no m gustaba llorar, lo consideraba una muestra de debilidad, y por alguna razón creía que lo mejor era mostrarme de la forma contraria. Con el tiempo aprendí que... quien puede sacarte una sonrisa puede también sacarte una lágrima. Pero no quiero hablar de las lágrimas de dolor, de sufrimiento, sino de esas que son igual de importantes, de profundas, de sentidas. Las lágrimas de felicidad. Aquel momento de satisfacción interna, de conexión con uno mismo que rebalsa en un llanto, que no encuentra forma de exteriorizarse más que esa. Si la gente llorara más así, si tuviera más razones p hacerlo o las notara con mayor claridad, habría tantas risas mezcladas con llanto, tantas miradas más fuertes que el propio sentimiento. Habría más gente como yo, conociéndose a sí misma, sus emociones, lo más interno, aquello que no podemos ver por nosotros mismos. ¿Alguien tendrá otra forma de conocerse, de saber lo que realmente siente? De disfrutar cada momento, de ese bienestar que pocas cosas o personas pueden generar, esa especie de impotencia que te da sentir algunas cosas y no tener la forma de expresarlo en palabras... ¿qué será lo que hace que sea así?

No hay comentarios:

Publicar un comentario