miércoles, 11 de mayo de 2011

Mi abuela no usa polleras, ni zapatos náuticos. A mi abuela no le gusta Mirta Legrand, ni Sandro. Mi abuela no te dice que estás linda, te dice "comé que estás muy flaca". Mi abuela no te dice que te ama, te dice que "siempre piensa en vos". Mi abuela no te llama p saber cómo estás, te dice que no le gusta hablar por teléfono y que podrías visitarla más seguido. A mi abuela no le ceden el asiento en el colectivo o la ayudan a cruzar la calle, la piropean mientras recorre vidrieras. Mi abuela no es como todas las abuelas que conozco, tampoco la mejor, ni la más buena, pero es simplemente ella. Una mujer que habla por calles que recorrió y no por libros que haya leído, que quizás le falten palabras p aconsejarte pero no p retarte o corregirte en base a lo que ella ve correcto. Quien mínimamente la conozca puede saber perfectamente a qué m refiero, porque ser así la hace tan única que no la imagino distinta, no m imagino otra. Por cosas como éstas aprendí con los años a amarla como es, a aceptar cada una de sus cosas y no pretender cambiarla. Es raro hoy escribir algo sobre ella, pero creo que no hay nada más valioso que el momento de tu vida en el que podés describir a alguien sin centrarte en criticar defectos, sino buscar en ellos algo único. Feliz cumple Pochi :)

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