viernes, 3 de junio de 2011

Síndrome de Holmes.

¿Alguien podría explicarme esa autodestructiva y boicotera necesidad que tenemos las mujeres de averiguar y querer saberlo todo?
Históricamente es sabido que el que busca donde no debe, encuentra lo que no quiere.
Y es que siempre terminamos siendo las Stacy Holt de la historia, dejandonos llevar por la intriga y, por lo general, arruinandolo todo.
Lo extraño y analizable sería el por qué de que siempre haya cosas p encontrar que fastidien. Por qué siempre hay algo que no sabemos. Y es nuestro error o quizás astucia disfrazada de eso, por los demás o por nosotras mismas incluso, es querer saber lo que no sabemos, y sentir que el ocultamiento naturalmente es traición. La solución debería ser que de una vez, aquellas que no tenemos el don o la fuerza de mantener la privacidad tal como lo es: privada, lo hagamos y el juego sea igual p ambos; los mismos derechos, las mismas libertades. Que la excusa no sean nuestras diferencias, sino que simplemente se desarrolle una igualdad.
Y sí, más fácil sería si al convertirnos en fieles discípulas de Sherlock Holmes no tuviesemos nada de qué sorprendernos ni que nos haga doler, but... anyway, no hay forma de cambiarlo.

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