martes, 1 de marzo de 2011

Un vicio más

¿Alguna vez te pusiste a observar como se consume un cigarrillo?
Tenés dos opciones: aprovecharlo al máximo, disfrutar cada pitada... o dejar que se consuma solo, dejando sólo cenizas simulando su forma, el rastro de lo que se terminó, tal como es la vida.
Podemos elegir disfrutar cada momento de ella, aprovechar cada día como ese último cigarrillo que queda en el paquete, como esa última pitada antes de dejarlo caer.
Cuando la vida se termina... sólo quedan recuerdos en los demás de lo que fue. Un libro escrito, dibujado o simplemente con sus hojas viejas y en blanco, que sólo se puede leer de atrás para adelante, porque ya perdimos la oportunidad de seguir escribiendo. El paso del tiempo va desintegrando como el fuego al papel, las cenizas son sus huellas.
Está en nosotros aprovecharlo, hacer que cada momento valga la pena, mirar el cenicero y ver en él todo lo que hicimos, lo que logramos o intentamos. ¿Por qué vivir no puede ser una adicción como fumar? Un vicio, una  necesidad...


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