Porque si bien en “la vida cotidiana” solemos tener satisfacciones y facilidades, como esa rueda que se te pincha y basta con que te pares al lado del auto p que un buen hombre que pasaba por ahí te preste una mano o dos, que podés sentarte a llorar en el medio de la nada que seguramente aparece un alma caritativa con interés o sin, preguntándote las razones de tu llanto, podés ser el vagallo más asqueroso que pasar por una obra en construcción siempre va a ser un buen aperitivo p tu autoestima (aún sabiendo que quienes entonan los piropos no cuentan con ningún tipo de filtro visual ni verbal), subir antes al colectivo, no tener que cerrar o sostener puertas, etc.
Pero, como buena fémina que soy, tengo más que claros aquellos complejos o dudas que pueden llegar a atormentarnos desde un par de minutos a días o gran parte de una vida, si no la ocupa en su totalidad.
Y es que, (m arriesgaría a decir todas, pero voy a usar el viejo y querido “casi” que siempre nos concede un margen de error, acreditándonos un poco más de sabiduría) casi todas las mujeres solemos pasar por lo mismo, esas etapas en las que no sabemos quién o qué ser, que lo muy mínimo puede convertirse en el desencadenante de una minidepresión o trauma que nos hace preguntarnos y repreguntarnos cosas que lo único que hacen es mantenernos más tiempo en ese estado, donde el autoestima ronda los dos escalones más bajos, y mientras más te cuestionás, más se acerca al suelo, al subsuelo. Porque va más allá de la imagen, porque aunque sabemos que no debería pasar todo por eso, el hecho de ser mujer hace que ocupe todo nuestro interés, que le dediquemos tiempo, que nos sigamos cuestionando. ¿Hablo de histeria, de ansiedad, de feminismo excesivo? Probablemente, tengo días en los que soy tan mujer que no m soporto. Y, claro está, hoy no m estoy soportando.
Dicen que fue una costilla,
hubiese dado mi columna vertebral
hubiese dado mi columna vertebral
por verlas andar después de hacer el amor
hasta el tocador y sin voltear.
hasta el tocador y sin voltear.
Y si habitaran la luna habría más astronautas
que arenas en el mar,
que arenas en el mar,
más viajes al espacio que historias en un bar.
¿Por qué negar que son lo mejor que se puso en este lugar?
Mujeres, lo que nos pidan podemos,
si no podemos no existe
si no podemos no existe
y si no existe lo inventamos por ustedes.
¿Qué habría escrito Neruda?
¿Qué habría pintado Picasso
¿Qué habría pintado Picasso
si no existieran musas como ustedes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario