¡NO! O mejor dicho: ¡SI! Esto tengo que escribirlo. Hoy estoy feliz! y no sé cómo expresarlo, porque como siempre, falta tiempo. Y puedo decir que es mi gran enemigo.
Porque el tiempo se encarga de hacer tan largas y perdurables las cosas malas, como cortas y olvidables las buenas; de pasar lento cuando queremos que pase rápido y viceversa. Nunca como uno realmente lo desea.
Porque claro, ¿quién puede controlarlo?
Nunca escribí sobre esto y hoy creo que realmente es el momento. Extraño, y no es nada de lo que pueda imaginarse cualquiera. Porque lo que extraño es la vida que en algún momento supe llevar y el destino m arrebató de las manos (puedo hacerlo sonar tan trágico como lo que sentí el día que todo cambió).
Recuerdo perfectamente aquel día cuando, llena de miedos, rompí esquemas, prejuicios y m dejé llevar por algo que iba a terminar siendo, p mi sorpresa, una de las etapas más hermosas de mi vida. Y cómo m hubiese gustado que durara más... quizás p siempre. Pero se complica pensar estas cosas cuando, a la vez, tenés cosas tan lindas a tu alrededor, de las que no podés quejarte, y las que te dificultan imaginar una vida sin ellas.
Mientras escribo tengo algo así como un flashback fantástico, hermoso, donde se m cruzan mil voces, caras, sonrisas, palabras, olores e imagino que con cada palabra dibujo un recuerdo. Y vuelvo a pensar en el maravillismo (si Tiraboschi m lo permite) de las palabras, este arte de expresar en letras el sentir.
Pero no son simples recuerdos; son personas, experiencias, aprendizajes.
Lo vivido en esa etapa tan linda, tan diferente, m enseñó que NO TODO ES COMO CREEMOS. Si bien siempre vas a encontrar lo que suponés, esa generalidad que creés tener tan clara, podés sorprenderte también, pueden darse vuelta tus ideas o, por lo menos, mostrarte una excepción.
Y todo eso fue una excepción tan hermosa, que todos los días m pregunto cómo hubiese sido si el destino o los verdaderos artífices de la situación hubiesen sido diferentes, permitiendome disfrutar más, ilimitadamente, o no, pero con más tiempo.
M siento tan rara como feliz. No imaginé nunca encontrarme con recuerdos tan hermosos que m llevaran a tomar un lápiz y un papel. Porque sé que lo que expreso acá, realmente está afuera, realmente lo siento y no puedo guardarmelo. Las cosas más lindas y más feas, son aquellas que rebalsan en mi, que no puedo guardar y por eso llegan acá.
Sé que cada vez que pueda disfrutar los más mínimos momentos que m recuerden ese pasado, pueden ser los más felices, los que más m llenen.
Porque aprendí a disfrutar de lo que más extraño, de lo que ya no es como antes, disfrutar hasta el más mínimo detalle.
Pensaba que esto iba a ser una más de esas cosas excesivamente privadas que quedan archivadas en mi cuaderno. Pero m encontré con que los sentimientos y las palabras se apoderaron de mi y m dejé llevar....
¿Qué más puedo decir? En el lugar del que menos esperaba, encontré lo que, hasta ahora, no pude encontrar en mi lugar.

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